Cierto día, en la luna llena de septiembre, cogimos la embarcación (de noche cerrada) y navegamos hasta una zona rocosa cerca de una playa. El resultado fue el siguiente, y no se hicieron esperar, también es verdad que en cuanto amaneció no se pesco otra. Ya se que no es fácil quitar tantos robalos un mismo día, y de hecho no se repitió otra pescata con tanto pez grande como en esta ocasión, aunque si hubo otras muy buenas.
Cogimos ocho peces y los dos mas pequeños pasaban del kilo y medio, pero los otros seis, eran cada cual mejor, el menor con mas de 4 kilos y el mayor con casi seis.
Aquí os dejo las fotos para recordar ese fabuloso día.
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